Mientras familias luchan por sostener sus pequeños negocios, la delincuencia golpea impune: el robo al almacén de los Miño en Barrio Tiro refleja la cruda realidad de quienes trabajan frente a quienes destruyen sin consecuencias.
Monte Caseros, 28 de julio del 2025 – En el corazón del Barrio Tiro, donde el sudor y el sacrificio se mezclan con el aroma a pan recién horneado y las charlas de vecinos, la familia Miño levantó, con esfuerzo y dedicación, su pequeño almacén. Ese negocio modesto, pero vital, que sostiene su economía y abastece a la comunidad, fue violentado en la madrugada del domingo por delincuentes que, indiferentes al trabajo ajeno, se llevaron no solo mercadería, sino también parte del sustento diario de una familia que lucha por salir adelante.
Los ladrones se llevaron una garrafa, alimentos y hasta una cortadora de fiambres, herramienta clave para el comercio. Lo que para ellos puede ser un botín fácil, para los Miño representa horas de trabajo, noches sin dormir y el constante esfuerzo por mantener las puertas abiertas en un país donde emprender es, muchas veces, un acto de valentía.
Mientras la policía investiga el caso, con pocas esperanzas de recuperar lo perdido, la familia intenta reponerse. No es solo el valor material lo que duele, sino la sensación de vulnerabilidad, la impotencia frente a quienes actúan sin consecuencias, sabiendo que la justicia, en estos casos, suele llegar tarde… o nunca.
En las calles del barrio, los vecinos comentan el hecho con indignación. Detrás de ese mostrador, hay sueños, esfuerzo y una familia que no se rinde. Mientras tanto, los responsables siguen libres, sin remordimientos, en un contraste cruel entre quienes construyen con sacrificio y quienes destruyen sin pensar.
El pedido de la policía: si alguien tiene información, que acerque a la Comisaría 1era. Pero más allá de este caso, la pregunta queda flotando: ¿Hasta cuándo seguirán pagando justos por pecadores?
Fuente: Radio Mega 95.3Mhz
