Falta de transparencia y rigurosidad en el accionar de la justicia quedo de manifiesto cuando el Consejo de la Magistratura, incluyendo al fiscal de Estado Horacio Ortega, desestimó la apertura de procedimiento de remoción al considerar que la tenencia de drogas (Cocaína y Marihuana) y su consumo se dieron en el ámbito privado.
Recordemos que fue un escándalo sacude a la comunidad judicial de Itaibaté tras la detención del juez de paz, Eduardo Aníbal Modenutti, por posesión de cocaína. El hecho ocurrió la mañana del 27 de abril de 2023, cuando Modenutti se desplazaba en un vehículo oficial junto a un empleado judicial, el secretario de su juzgado y dos jóvenes mujeres.

Un retén de Gendarmería Nacional detuvo el automóvil cerca del acceso a Verón de Astrada y, tras una requisa, se descubrió cocaína en la billetera del juez y marihuana en un frasco dentro del vehículo. Modenutti, quien se encontraba en funciones y no de franco ni de licencia, fue demorado e imputado por posesión de estupefacientes.
Así actuó el STJ
La causa se cerró posteriormente por «inexistencia de delito» debido a la escasa cantidad de sustancia hallada, el Superior Tribunal de Justicia lo multó con el 30% de su sueldo y las actuaciones pasaron al Consejo de la Magistratura para evaluar su posible remoción.
El Concejo debería juzgar la conducta no el delito
La defensa de Modenutti, a cargo de la abogada Marta Marcorek, argumentó que el juez era prácticamente «Heidi o el émulo de San Francisco de Asís». El Consejo de la Magistratura, incluyendo al fiscal de Estado Horacio Ortega, desestimó la apertura de procedimiento de remoción al considerar que la tenencia y consumo se dieron en el ámbito privado.
Este fallo ha generado controversia, ya que no se tuvo en cuenta la naturaleza adictiva de la cocaína y su posible impacto en el desempeño de un juez. Además, el hecho de que Modenutti se encontrara en un vehículo oficial y acompañado de personal judicial y compañía femenina, esto pone en duda si el consumo se limitara al ámbito privado.

Informes de prensa que preocupan
Es preocupante el enfoque que se le ha dado al caso del juez Modenutti. Si bien la información sobre su posible adicción a la cocaína y los antecedentes de violencia de género son graves, el periodismo es quien investigo y saco a la luz que su primera pareja que lo dejó a causa de su adicción y hasta hubo una denuncia de violencia de género, ocurrido en Misiones.
Resulta fundamental comprender que la adicción es una enfermedad, y como tal, requiere tratamiento y no condena social. En lugar de enfocarse en la supuesta «parranda» y en los aspectos más escabrosos del caso, el periodismo debería estar investigando si Modenutti está recibiendo la ayuda que necesita para superar su adicción, y si su condición está afectando su capacidad para ejercer su cargo con imparcialidad.
No se pidió un examen médico, ni una rinoscopia. Simplemente hubo espíritu de cuerpo y nadie se preocupo por su salud y los efectos que puede causar a terceros.