Por Rubén Martini
En el corazón de Monte Caseros, donde la pasión por el fútbol se vive con una intensidad particular, emerge la figura de José «Tochi» Di Franco, el preparador físico de un San Lorenzo que está dejando su marca en la escena deportiva local y regional. Su rol, lejos de ser meramente funcional, se revela como un engranaje vital en la maquinaria de un equipo que, a pesar de las adversidades, sigue cosechando triunfos. En una charla profunda y reveladora, “Tochi” desmenuzó los pilares que sostienen el éxito del «Aurinegro casereño»: el esfuerzo incansable, el valor de sus jugadores, la idiosincrasia del fútbol en la ciudad y el papel crucial de los clubes en la contención social.
La última victoria de San Lorenzo, marcada por la lluvia torrencial y la expulsión de un jugador al inicio del segundo tiempo, lejos de amilanar al equipo, sacó a relucir una cualidad que Di Franco destaca con orgullo: el «potrero en la sangre» de sus dirigidos. «Se les trababa la pelota en el agua, los nuestros la levantaban y trataban de seguir jugando. Eso habla de que tienen ese potrero«, explica con entusiasmo, resaltando esa esencia futbolística forjada en las canchas barriales, donde la adversidad se convierte en un desafío a superar.
Mentalidad mas allá de los resultados
No es casualidad que, a pesar de haber jugado tres de sus cuatro partidos de zona con diez hombres, San Lorenzo haya logrado sacar adelante resultados positivos, gano dos. Para Di Franco, esta resiliencia tiene una base sólida en los jugadores que son los protagonistas principales.
También juega un rol exhaustivo la preparación física que comenzó incluso antes de lo esperado. «Arrancamos la pretemporada el 6 de enero, siendo que a poquitos días habíamos quedado afuera del federal, prefederal. Empecé a planificar pensando en San Lorenzo y siempre apostando a mucho más«, revela, dejando entrever una mentalidad ambiciosa y una dedicación que trasciende los resultados inmediatos.
Un liderazgo silencioso
Si bien reconoce el impacto positivo de su trabajo en la condición atlética del plantel, elogiada por este periodista, Di Franco se apresura a destacar el mérito principal de los verdaderos protagonistas: los jugadores. «Yo vengo, hago mi trabajo, los gurises responden. Pero no les quiero quitar méritos. Ellos son los que están en la cancha, ellos son los que tienen sangre. Yo siempre les digo que ellos son los que dejan todo, dejan todo en la cancha y la verdad que nos orgullece«, afirma con genuina admiración. Esta humildad y reconocimiento hacia el esfuerzo de los futbolistas son un sello distintivo de su liderazgo.
Las arengas previas a los partidos, un ritual cargado de emotividad, son otro aspecto clave en la construcción de este espíritu de lucha. Di Franco confiesa ser un «loco fanático» de lo que hace y dedica tiempo y reflexión a preparar esas palabras que buscan encender la llama competitiva en sus jugadores. «Muchas veces vengo pensando las arengas a dos o tres días antes. A la mañana, sin ir más lejos. Lo primero que hice mientras preparaba el mate – el día del último partido de grupo – fue mandar un mensaje al grupo. En este caso una canción, pero ya para empezar a meter a los gurises en el partido«, comparte, ilustrando la pasión y la planificación que invierte en cada detalle.

El trabajo en equipo del cuerpo técnico
En cuanto a la estrategia táctica, “Tochi” subraya el papel fundamental de Juan (Robledo), el director técnico, a quien describe como «el cerebro» del equipo. «Constantemente estamos planificando… Juan es el cerebro. Y sí, ya te digo, por ahí es el que me consulta. Para eso es un cuerpo técnico, eso habla bien de él. Él consulta, pero las decisiones la toma él«, explica, resaltando la importancia del trabajo en equipo y la complementariedad de roles dentro del cuerpo técnico.
La cuestión de la profundidad del plantel surge como un punto relevante, especialmente ante las bajas y expulsiones recurrentes. Si bien reconoce que la reducción de jugadores tras la pretemporada y la partida de algunos refuerzos podrían interpretarse como una limitación, Di Franco enfatiza la confianza en los jugadores que permanecen. «Orgullosos de nuestros jugadores. Y siempre dijimos, allá en la cancha que fuimos a San Roque la semana pasada, también estuvieron jugando los nuestros que entienden a la perfección el sistema o lo que le pide Juan. Estos sienten la camiseta como nadie«, asegura, destacando el compromiso y la identificación de los futbolistas con la institución.
El futbol amateur: las dificultades vs. Rol Social
La charla deriva hacia una reflexión sobre la esencia del fútbol amateur en Monte Caseros. Di Franco lamenta que San Lorenzo sea el único equipo de la ciudad en clasificar hasta el momento, reconociendo el talento presente en otros clubes como Parque y Juan Pujol. Sin embargo, señala una problemática común en el ámbito amateur: la dificultad para lograr el compromiso pleno de los jugadores, quienes no perciben una remuneración económica.
A pesar de esto, Di Franco destaca el rol social fundamental que cumplen los clubes. «El club le está dando un espacio donde ser parte de un grupo, que eso es fundamental. Está sacando chicos de la calle… Vienen y entrenan de nueve a diez y media, a once. Y están acá y no están en una esquina. Son parte del grupo. El club trata de darle las mejores condiciones«, subraya, mencionando las mejoras en la infraestructura, la calidad de los materiales de entrenamiento y la provisión de indumentaria.

El compromiso hace crecer a jugador y club
En este sentido, Di Franco lanza un mensaje directo a los jugadores de Monte Caseros: «Acá en Monte Casero hay muchísimos jugadores muy buenos, pero por ahí lo que le falta es el compromiso de lleno con el club. Y que se den cuenta que no es tanto que el club no te da nada. No te da, sí, por ahí la parte de paga, pero sí te da ese espacio… ser parte del grupo«. Anima a los talentos locales a valorar las oportunidades que brindan los clubes, más allá de lo económico, ya comprometerse plenamente con sus proyectos deportivos.
Finalmente, José «Tochi» Di Franco se define como un «conjunto» entre la visión del cuerpo técnico liderado por Juan (DT) y el plantel de jugadores, reconociendo que son ellos quienes, en última instancia, dejan el alma en la cancha. Su pasión, su dedicación y su profundo respeto por los futbolistas son los pilares de un San Lorenzo que, con esfuerzo y compromiso, sueña con seguir haciendo historia en el fútbol.